Carretera

La Ruta de la Casilla

José V. Navarro

martes, 12 de abril de 2016

El APRENDIZ DE TODO y MAESTRO DE NADA, se confiesa.

         APRENDIZ DE TODO, MAESTRO DE NADA

        Dejando a un lado el factor de la edad, a veces me pregunto si una de las causas de no encontrar trabajo  se debe a la ausencia de una profesión concreta.
Comencé a trabajar  cuando terminé el servicio militar (obviaré los meses que perdí de meritorio en la administración) y tras dos años en una empresa de alimentación, recalé en un trabajo patético de representante y cuando pensaba que no podía caer más bajo fui timado por una empresa y por la propia administración en una historia de los más kafkiana.

El pequeño saltamontes tuvo mucha suerte con su maestro.
Los dos siguientes años fueron mejores, hasta que los santos laborales me dieron de lado. Dos trabajos más eventuales me guiaron hacía el único empleo digno que he tenido en mi vida desde el punto de vista monetario, pues durante tres años los contratos fueron mensuales. Eran finales de los noventa cuando mis huesos contactaron  de nuevo con el desempleo.
Los contratos precarios se sucedieron por meses, por semanas, por días, incluso por horas.  Aquí podemos comprobar que la degradación laboral de aquellos años era parecida a la del presente, aunque creo que actualmente es más complicada por otros factores, que desarrollaré en otro momento.
        Mi último trabajo fue el más largo, doce años. Y en el único que aprendí un oficio, aunque en realidad me sirva de bien poco.

        En cada una de estas experiencias laborales acabé realizando las más diversas labores, jamás llegué a estar especializado en algo concreto y quizás esta sea una de las causas por las que hasta ahora, las dispersión me ha acompañado, centrarme en la búsqueda de un objetivo me resultaba  complicado.
El aprendiz y el maestro, pura ficción. ¡Quiero a mi Yoda! Así cualquiera Luke.
Y por eso me pregunto, ¿hasta qué punto una buena formación laboral, una especialización concreta sirve para encontrar trabajo?
        ¿Pensarán lo mismo los trabajadores especializados que no encuentran empleo?

        A través de este blog descubrirás mis historias laborales, amenizadas por algunos cuentos, podrás visitar mi currículum y conocer mis aptitudes. Compartiré lo que voy aprendiendo en este mundo tan complicado de la redes sociales, que intento tomarme con filosofía.
       



sábado, 2 de abril de 2016

EL SENTIDO DE LA RUTA DE LA CASILLA

Este blog trata del  trabajo, de lo importante que resulta la vida laboral en el desarrollo íntegro de una persona, de las dificultades de adaptarse a una sociedad que avanza a la velocidad de un crucero, de los sentimientos que provoca el desempleo en los individuos.
Inicio esta aventura personal relatando mi experiencia tras casi veinticinco años cotizando a la seguridad social, contaré la historia de un cambio y la de una evolución que aún se tiene que escribir.

Mi percepción del sentido de la vida lo forman cuatro pilares: la familia, el amor, la amistad y el trabajo. Los tres primeros puedes manejarlos con sentido común, están en tu mano, pero el trabajo va cambiando conforme se transforma esta sociedad que se ahonda en una crisis de valores éticos.

Desde joven, trabajar significaba ganar dinero para vivir, para independizarse, para lograr una estabilidad en la vida. Sin dinero es imposible tener una vivienda, comer, atender a los gastos diarios que te permiten una vida digna. Sin dinero tiembla el amor, se erosiona la familia y se reducen las relaciones. Aparece la marginalidad.

Con la madurez he descubierto que cada uno nace o va adquiriendo unas cualidades con las que se siente útil, con las que se encuentra a gusto, con las que se desarrolla personalmente.
Lo complicado es descubrirlas si te sientes derrotado, abatido, si no sabes cómo salir a flote. El trabajo es el pilar más maltratado,  porque la sociedad avanza con una rapidez exagerada, y el armazón que te sostiene se queda antiguo, obsoleto.

Acompáñame en esta aventura, descubrirás mi historia, el giro que ha dado mi vida con la publicación del libro, lo que me aportó
la escritura como terapia, y compartiré contigo mi evolución a través de este blog. Espero recibir vuestras aportaciones como una ayuda que devolveré con artículos de información y reflexión.

        Prometo ser fiel a LA RUTA DE LA CASILLA, un camino que se inicio mezclando realidad y ficción, porqué la imaginación puede ser una de las tablas a las que agarrarte y salir a flote.
       
El trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre contento.

Victor Pauchet .       


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